El
último día del Valle de Kingzital lo dedicamos a quedar con amistades, es lo
que tiene el campismo que te internacionalizas. Ya que habíamos quedado en
Friburgo para pasar el domingo por la tarde, nosotros aprovecharíamos para
visitar Sant Peter. Aquí nos damos cuenta que estamos agotados, ya con pocas
ganas de seguir así que empezamos a dibujar la vuelta. Aun así nos sentimos muy
afortunados ya que en Sant Peter nos encontramos con una concentración de
aficionados al radiocontrol náutico y en Friburgo pudimos comer en una
cervecería artesana.
Cerveza en el país de la cerveza :-) |
Sant
Peter
La
verdad es que Sant Peter es muy visitado, pero no tiene gran cosa pero la
carretera de acceso a la pequeña población me pareció única. Perderse por sus
calles y darse
un paseo puede ser muy agradable, pero la coincidencia nos brindó un balón de oxígeno. Una concentración de modelistas náuticos hizo que perdiéramos embobados como niños chicos mirando los barcos a radiocontrol y como los hacían funcionar. Había de todos los tamaños pero lo que más llamaba la atención era el puerto que la organización tenía montado en un lago para que los participantes pudieran exhibir sus habilidades .
un paseo puede ser muy agradable, pero la coincidencia nos brindó un balón de oxígeno. Una concentración de modelistas náuticos hizo que perdiéramos embobados como niños chicos mirando los barcos a radiocontrol y como los hacían funcionar. Había de todos los tamaños pero lo que más llamaba la atención era el puerto que la organización tenía montado en un lago para que los participantes pudieran exhibir sus habilidades .
Iglesia de Sant Peter |
Una muestra del evento del fin de semana, barcos a radio control |
De
vuelta a Friburgo
Ese día
no íbamos a patear mucha calle, era medio día y queríamos comer en el MarktHalle.
Justo en una de sus entradas hay una cervecería artesana donde también sirven
comidas. Las cervezas son buenas (no excepcionales) y comer comimos bien. Lo
más interesante es que hablaban en español, muy recomendable para el que el
idioma pueda ser una barrera.
A la
tarde nos reencontramos con una familia suiza con los que entablamos una bonita
amistad en nuestras primeras vacaciones en caravana, sin duda vienen con ganas
de ver la ciudad, así que les haremos de guías accidentales. Después de risas,
cervecerías y paseos volveríamos al camping para preparar el viaje ve vuelta.
Maquina de elaboración de cerveza de cobre |
Plan de
vuelta
En un
principio quería viajar sin peajes por Francia, sin rumbo y por donde nos
indique el Tom-Tom. Una vez que salimos de Alemania, nos metimos por las
carreteras francesas. No sé por qué pero no vimos ni una sola autovía, las
nacionales se podía circular muy bien porque no había nada de tráfico, pero
después de 3 horas y sólo 200km, en una ciudad llena de semáforos decidí
cambiar radicalmente de plan! mirando por el retrovisor las caras de mi familia
me pedían un plan B, ese no funcionaba… En la primera entrada de autopista me metí (vigilando de ir en la
dirección correcta) para parar a descansar y comer en una área de servicio.
Como a escasos Km, unas 2 horas de coche, nos quedaba el Camping índigo (el de la
ida) así que decidimos hacer noche allí. Más vale malo conocido… ;-) Es buen camping y
allí tenemos wifi gratis para programar la vuelta
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