Pues si
te fijas en la segunda foto el espejo perdió el protector con lo que el aire
entraba en el tubo haciéndolo silbar. Silbaba de una marera muy tosca, y por
supuesto silbaba con más fuerza cuando aceleraba.
Lo que
no puede hacerme la foto con la cara de bobo (seguro que era divertidísima) ya que de lo que pensaba que era
un problema que nos podía chafar la salida del verano, finalmente fue un
problema de oído fino.
Una vez
más salimos con toda la tranquilidad de que somos un poquito menos bobos!
;-)
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