Burbuja
turística? Este tío que se ha equivocado de blog? No! Pero hace ya algún tiempo
que ando dando vueltas a la Crisis en España y nuestras fantásticas burbujas,
la habrá turística? Yo soy de los que pienso que si, después de reflexionar y
leer sobre el tema, creo que la burbuja turística se está alimentando. Es lo
que tiene las crisis en España ¿Quién tiene fe ciega a que todo funcionará de
por vida sin hacer nada?
Un día
escuchando un debate económico, oí a un periodista internacional español ya
jubilado que existía otra burbuja más.
Pensaba, otra más? Sí que tenemos burbujas para alimentar la crisis
Española! La burbuja Turística.
En
google hay poca información sobre este fenómeno apenas he encontrado un puñado
de artículos antiguos y alguna noticia actual, aunque no tienen una visión en
su conjunto.
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Vistas de Peñiscola, asfaltando un paraíso |
Resumiendo
un poco de investigación googleriana (no puedo decir periodística…), existe un
repunte importante del turismo en España, ya que el norte de áfrica hay
inestabilidad política. Muchos apuntan que este repunte no es otra cosa que
unos turistas prestados de un competidor directo. Pero esto ha supuesto una
ganancia en el sector turístico? Realmente no ya que mientras la ocupación
hotelera subía el consumo de los negocios que los rodea bajaba. Esto es debido a
que el turista que ha llegado es de baja calidad, traídos con un paquete
vacacional atrapados en un “todo incluido” y no ayudan a estimulan las
economías locales. Cojonudo, esto es lo de trabajar más y cobrar menos!
Pero y
los campistas? Como nos influye la burbuja? Es simple, nos influye ya que el
sector esta cegado a hacer paquetes vacacionales, en atrapar el turista para subir
la estadística de la ocupación año tras año, cuando no se está cuidando el
cliente de calidad para que vuelva, es decir nosotros. El ejemplo claro son dos
viajes que he hecho este año 2014 con mi caravana reflexionando sobre el tema y
buscando “por qué”: Alcossebre (Castellón) y Calella de Palafrugell (Girona).
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Pagar la cuenta :-( |
En Castellón
buscamos sol y playa, pero cuando quisimos ir de visita algún lugar los centros de información turística te enviaban o
al castillo de Peñiscola (carísima su entrada, desangelado en su interior y las
vistas que ofrece es de la puñalada urbanística sobre la costa) o a atracciones
turísticas situadas a 100km del lugar de pernocta. Lo más interesante que
encontré en los alrededores fue el aeropuerto de Castellón, el único aeropuerto
que se puede usar para cualquier cosa
menos para hacer volar aviones! En este caso el gobierno local se nota que no está
por la labor en conservar el entorno y por mucho que se esfuerce el sector de
la hostelería en una política de precios y buen servicio el entorno no invita a
repetir.
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Lugares que sorprenden |
Girona
es un caso opuesto ya que la costa brava esconde una infinidad de rincones y
atracciones turísticas bien conservadas (el conjunto del faro de Sant Sebastià,
en Llafranc, es un ejemplo) pero la hostelería da un servicio hostil a un
precio desorbitado. Si sentarte en una terraza significa una puñalada al
bolsillo, no son capaces de servirte con una sonrisa y para ir al baño tienes que
pasar más controles que en un aeropuerto… Mal vamos, me cobran mucho y encima parece que les
estorbe!
Resumiendo,
en el primer lugar no había nada que ver y en el segundo caro y con mal
servicio. En el momento que el turista descubra un lugar con sol, mejor
servicio y a mejor precio seguro que desaparecerán ya que se los habremos
prestado a otro destino turístico.
En mi
opinión, si realmente el sector turístico nos importa como país se debe mirar
de otro modo. Se tiene que pensar que podemos ofrecer y conservarlo. Una
atracción turística no es un medio para sangrar al turista, sino el elemento
para que la gente quiera volver o recomendar su visita. Si una parte del sector
apodera a los visitantes significará primero el empobrecimiento del entorno, y
cuando el entorno no sea atractivo ellos mismos lo dejarán de ser también. Los campistas veteranos coinciden, antes era
mejor.
Como
dice Kike Sarasola (empresario hotelero) en sus entrevistas, no se puede
reclamar y cobrar un turista de calidad si no sabemos atender con una sonrisa.
Tú
piensas que realmente hay burbuja turística?
;-)